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El movimiento es uno de los elementos físicos con los que cuenta el fisioterapeuta para recuperar una lesión. No podría ser de otra forma en el profesional de la salud que se encarga específicamente del aparato locomotor y que manifiesta su malestar a través del no movimiento (bloqueo articular o defensa contra el dolor) o el mal movimiento (doloroso o mal ejecutado). A este uso del movimiento como terapia lo llamamos cinesiterapia. Muchas veces este movimiento formará parte del tratamiento de la causa del problema y otras servirá para terminar de acondicionar la parte del cuerpo lesionada y que ha visto mermada su función tras el tiempo de recuperación. Tras esta palabra se esconden varias posibilidades de terapia. La cinesiterapia incluye desde el “no movimiento” (el reposo, la relajación) como los movimientos ejecutados por el fisioterapeuta sin intervención del paciente (cinesiterapia pasiva), con su colaboración ejerciendo el fisioterapeuta de ayuda para la ejecución (activos asistidos o incluso autoasistidos cuando es el mismo paciente el que se ayuda a sí mismo con otra parte del cuerpo sana –por ejemplo, una mano sana que ayuda a la otra o una pierna que con un circuito de poleas asiste a la pierna lesionada-). Por último también estarían los ejercicios puramente activos, con o sin resistencia. Todos los sistemas corporales se ven beneficiados por esta terapia, desde el estado psíquico del individuo como sus aparatos articular, muscular, circulatorio, nervioso; el sistema endocrino y el tránsito intestinal. El fisioterapeuta será el que le indique cuándo la lesión requiera de reposo y de movilizaciones pasivas para mantener o ganar amplitud articular y cuándo puede comenzar a hacer ejercicios, o bien con su ayuda y corrección o activamente para reforzar, estabilizar o reequilibrar el segmento lesionado. Cada músculo del cuerpo requiere un ejercicio adaptado a su función y unos necesitarán ser entrenados en la fuerza y otros en la resistencia; unos trabajarán mejor con contracciones isométricas y otros con trabajo isotónico. En ocasiones será la fase de la lesión la que indique cuál es el tipo de ejercicio a realizar. De lo que podemos estar seguros es que un cuerpo que no se mueve, enferma y que si algo falla en el movimiento del cuerpo es que por debajo hay una patología que abordar que está dando su voz de alarma. En Premium Madrid trataremos al paciente de manera global entendiendo que la falta de movilidad pueda estar en zona alejadas al propio dolor con el fin de realizar un tratamiento personalizado y para solucionar el problema desde su origen.