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Una vez que hemos hablado de otros tipos de dolores de cabeza, queda hablar de aquel cuyo mecanismo desencadenante es de origen central. Por eso se dice que son pacientes con mayor predisposición a presentar síndromes dolorosos varios. Estamos hablando de la migraña, que suele aparecer, en un 50% de los casos, en la segunda década de la vida y tiene elevada prevalencia para la mujer. ¿Sabias que existen varios tipos de migraña? Este trastorno se clasifica principalmente en dos grupos: migraña con aura y migraña sin aura.
Migraña con aura
La migraña con aura se caracteriza porque el ataque es iniciado o acompañado por signos neurológicos focales, lo que la diferencia de aquellas que van presentándose gradualmente tardando de 5-20 minutos y que reflejan la alteración de la función de una parte de la corteza o tronco cerebral. Su remisión suele ser siempre antes de 60 minutos.
Los signos neurológicos más frecuentes son: alteración de la visión (como por ejemplo, ver nublado o a través de una cortina de agua), pérdida de visión o de diferenciación de los colores, el escotoma centelleante (banda brillante que tras pasar deja una zona del campo visual sin imagen), parestesias en la mitad de la cara o incluso en miembro superior (denominadas digitolinguales) y/o trastornos del lenguaje. Otras manifestaciones, ya menos comunes, son la pérdida de fuerza, mareos, dificultad de concentración o pérdida de memoria transitoria.
Todos estos cambios es lo que comúnmente se denominan pródromos, porque es lo que precede al dolor, y hasta ahora se entendía que ocurría dentro de una fase de constricción. Es importante recalcar que todas estas alteraciones de procesos biológicos son transitorias y que la corteza o tronco cerebral implicado en la crisis, tras ese tiempo, recupera su función.
Migraña sin aura
En la migraña sin aura o migraña común el dolor de cabeza suele ser pulsátil y frecuentemente hemicraneal, es común que aparezcan síntomas digestivos como vómitos y diarrea, sensoriales como fotofobia o sonofobia, palidez o frialdad cutánea. Las crisis pueden ser vividas con depresión debido a la impotencia para realizar distintas actividades que no puedes hacer por el dolor o por la ansiedad.
También hay un grupo de pacientes que mezclan características de migrañosos y cefaleas tensionales, lo que no es extraño por la cercanía de las fuentes originarias del dolor. Muchos de los pacientes de ambos grupos son capaces de reconocer señales en su cuerpo los días previos a las crisis, describiendo: alteración psicológica, polidipsia (mucha sed), polifagia (mucha hambre), poliuria o bien oliguria (aumento o disminución de la emisión de orina), irritabilidad, euforia y/o decaimiento.
En nuestro Centro Médico y de rehabilitación Premiummadrid contamos con un equipo multidisciplinar para abordar las distintas cefaleas, en el momento de su diagnóstico, prevención y tratamiento siempre dentro de una perspectiva global del paciente.
Referencias:
-Loza, E. M. (2000). Tratamiento osteopático de las migrañas y cefaleas. Revista científica de terapia manual y osteopatía, (12), 4-34.
– Amigo, E. R. (2012). Cefalea tensional y migraña. Aula de la farmacia: revista profesional de formación continuada, 8(88), 73-80.
-Ahn, A. H. (2010). On the temporal relationship between throbbing migraine pain and arterial pulse. Headache: The Journal of Head and Face Pain, 50(9), 1507-1510.
-Fuente de imagen: ADAM images