ALERGIA ALIMENTARIA E INTOLERACIA
Los alimentos constituyen la mayor carga antigénica con la que se enfrenta el sistema inmunitario y la tolerancia es la respuesta fisiológica normal. Los hábitos alimentarios y los métodos de preparación de alimentos pueden desempeñar un papel importante en la prevalencia de alergias e intolerancias alimentarias.
Es esencial el abordaje nutricional para prevenir la aparición de síntomas y para aportar una alimentación nutricionalmente completa.
ALIMENTACION INFANTIL
Si el desarrollo del bebé ha sido correcto a partir de los 6 meses de vida comienza la alimentación complementaria que consiste en el ofrecimiento al lactante de alimentos sólidos o líquidos distintos de la leche materna o de una fórmula infantil como complemento y no como sustitución de ésta.
Una introducción precoz o tardía puede tener como consecuencias el atragantamiento, aumentar el riesgo de obesidad, presentar carencias nutricionales, aumentar el riesgo de alergias e intolerancias alimentarias y la peor aceptación de nuevas texturas y sabores, entre otros.
Es importante, tener en cuenta que en los siete primeros años de vida es donde se adquieren los hábitos alimentarios. Si la introducción alimentaria no es la adecuada puede que no se adquieran de manera adecuada siendo un factor decisivo para el desarrollo de enfermedades en la edad adulta.
CÁNCER
El cáncer es una enfermedad genética, pero principalmente es el resultado de la exposición a factores ambientales y estilo de vida, lo cual lo convierte en una patología mayormente prevenible.
La alimentación y actividad física se ubican en los primeros lugares entre los determinantes del riesgo de cáncer, en parte debido a su contribución a la obesidad, la cual es conocida como un factor de riesgo de las enfermedades crónicas. Es cada vez mayor la evidencia relacionada con determinados componentes de la dieta y su influencia en el aumento o la disminución del riesgo de contraer ciertos tipos de cáncer.
Así mismo, la alimentación también tiene un papel de importancia durante el desarrollo de la enfermedad. Es frecuente la presencia de desnutrición debido a una disminución de la ingesta, la pérdida de peso y alteraciones metabólicas e inflamatorias propias de la enfermedad. La optimización del soporte nutricional favorece la tolerancia y la respuesta al tratamiento, mejora la calidad de vida y predice mejores resultados.
INFLAMACIÓN
La inflamación es una de las respuestas del sistema inmunitario ante un agente infeccioso, un daño físico o el estrés metabólico.
En un primer momento esta reacción inflamatoria es necesaria y beneficiosa para el organismo, pero cuando persiste el estímulo, la inflamación se exacerba pudiendo contribuir a la aparición de enfermedades como la obesidad, la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión y enfermedades neurodegenerativas, entre otras.
La alimentación puede ayudar a la prevención y tratamiento de las patologías que cursan con la inflamación. Los patrones de consumo saludable se han asociado con bajas concentraciones de marcadores de inflamación.
PIEL Y PATOLOGÍAS CUTÁNEAS
La piel es el órgano más grande del cuerpo y es indicadora de alteraciones hormonales, infecciosas, digestivas y dietéticas.
Factores ambientales, enfermedades, estrés, dietas inadecuadas y una alimentación poco saludable influyen negativamente en tu piel.
Modificaciones en tu alimentación, puede ayudarte a prevenir y tratar algunas patologías cutáneas, como el acné y la psoriasis, rosácea, las dermatosis ligadas a la obesidad y el envejecimiento cutáneo.