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El pasado fin de semana fue histórico para el atletismo con sendas gestas en sábado y domingo que hicieron temblar los cronos en la distancia de 42.195 metros.
El sábado 12 de octubre se realizaba en Viena el Ineos 1:59 challenge, una tentativa del atleta Eliud Kipchoge a bajar la barrera de las 2h en la distancia, aunque fuera de manera no oficiosa, pues no se respetaban muchas de las reglas de la IAAF para homologación de récords. El resultado fue espectacular, con 1 hora 59 minutos 40 segundos.
El domingo 13 de octubre la atleta Brigid Kosgei reventaba el récord del mundo de la distancia en el maratón de Chicago, con 2 horas 14 minutos y 4 segundos, este sí de forma totalmente oficial.
La tecnología de las zapatillas. El primero lo hacía con las Nike Alphafly y la segunda con las Nike Vaporfly Next. Ambas tienen una tecnología bastante similar, aunque el prototipo que usó Kipchoge parece ser más avanzado.
Además de su ligereza (no llegan a 200 gramos) y la calidad de sus materiales en cuanto a transpirabilidad e impermeabilidad, llama la atención a simple vista la forma de balancín y el elevado drop (unos 9 mm) que poseen. Esto nos va a facilitar el proceso de tránsito desde el primer contacto hasta el despegue.
Pero lo verdaderamente novedoso está por dentro. Llevan en la mediasuela 3 placas de fibra de carbono, rodeadas de una espuma de poliuretano, además de cámaras de aire bajo las cabezas metatarsales. Esto posibilita que se absorba la energía del impacto del pie, que además ha sido amortiguado por la espuma de poliuretano, y se transmita a través de la fibra de carbono en energía para el despegue y propulsión, pues la disposición de las placas ayuda a la flexión dorsal de las articulaciones metatarsofalángicas.
Con esto se consigue mejorar la economía de carrera, que el gasto de energía sea menor y, consiguientemente, mejorar los registros en una distancia tan mítica como el maratón.
Existen varios estudios independientes que certifican la ventaja que suponen estas zapatillas, que se resumen en:
Por ahora la IAAF no se ha pronunciado en sentido contrario. En el pasado se prohibieron otro tipo de zapatillas, bien por exceso de clavos, presencia de muelles y otros artefactos.
Lo que dice el reglamento es lo siguiente: Los atletas pueden competir con pies descalzos o con calzado en uno o los dos pies. El propósito de las zapatillas para competición es proporcionar protección y estabilidad a los pies y una firme adherencia sobre el suelo. Tales zapatillas, sin embargo, no deben estar construidas de tal modo que proporcionen a los atletas cualquier ayuda o ventaja injusta, Cualquier tipo de zapatilla debe estar razonablemente al alcance de todos en el espíritu de la universalidad del atletismo. Nota (i): la adaptación de una zapatilla para adecuarse a las características del pie de un atleta en particular está permitida si está hecha de acuerdo con los principios generales de este Reglamento.
Cabe esperar, por lo tanto, que tarde o temprano se puedan tomar decisiones al respecto, ya existen precedentes incluso en otros deportes (el caso de los bañadores hace unos años).
Por ahora los efectos de este tipo de zapatillas sólo han sido probados en deportistas de alto o muy alto nivel. No existen estudios todavía en corredores populares o menos habituales. El deportista de alto nivel tiene unas características privilegiadas a nivel de sistema neuromusculoesquelético que hacen más fácil cualquier adaptación a este tipo de sistemas, además de poseer una técnica depurada de carrera, que hace que los elementos que se han diseñado en la zapatilla tengan el efecto buscado.
Para el resto de la población puede ser que en muchos casos sea positivo, la reducción del coste energético y la facilitación de movimientos a nivel de tobillo y metatarsofalángico puede contribuir a un descenso en el riesgo potencial de lesión. Pero una técnica poco adecuada o la existencia de algún trastorno biomecánico o patología podológica podría hacer que alguno de estos sistemas llegara a ser contraproducente.
El podólogo es el profesional de referencia a la hora de recomendar el calzado adecuado a cada paciente en base a un riguroso estudio biomecánico de la pisada. También es el profesional que puede llevar el mejor cuidado de tus pies y de aconsejarte cómo prepararlos si vas a afrontar un maratón.
Por otro lado, los principios y/o materiales de estas zapatillas ya se usan o se pueden usar en ortopodología, aunque en muchos casos es necesaria más investigación:
Fotografías:
nike.com
runnersworld.com
Bibliografía:
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